viernes, 22 de abril de 2011

Teoría del apego según John Bowlby

“Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (John Bowlby).

Brevemente, me gustaría dar a conocer la teoría del apego de John Bowlby, que nos ayudará entre otras cosas, a coger a nuestro pequeño/a en brazos, sin sentirnos culpables o con miedo a que se acostumbre.

Esta necesidad del niño de estar cogido en brazos y de la cercanía física, tiene una base científica estudiada y fue John Bowlby que formuló la Teoría del apego, realizando un estudio con niños privados de la figura materna.

El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad y la seguridad, ansiedad o temor de un niño, se determina en gran medida por este vínculo.

El apego (el contacto físico favorece este apego), proporciona al niño la idea de que es aceptado y protegido incondicionalmente y por tanto, le aporta la seguridad para enfrentarse al mundo externo, al que no constituye su mundo "mama-bebe".

El trabajo de Bowlby estuvo influenciado por Konrad Lorenz (1903-1989) quien en sus estudios con gansos y patos en los años 50, reveló que las aves podían desarrollar un fuerte vínculo con la madre (teoría instintiva) sin que el alimento estuviera por medio. Es decir, que lo que les ayudaba a estar cerca de la madre, no era únicamente la alimentación.

El bebé –según está teoría- tiene unas herramientas que le sirven para demandar de sus padres, una respuesta que les proporcione el vínculo emocional con ellos. Estas conductas son por ejemplo: la succión, sonrisas, balbuceo, necesidad de ser acunado y, por supuesto, el llanto. Así que según esta teoría, cuando un bebé emite una de estas conductas, en el fondo lo que está pidiendo es: "Abrázame para que me des seguridad y me sienta mejor". Es una resistencia a la separación y una protesta si esta se lleva a cabo y por eso la mayoría de las veces, el niño deja de llorar si se le coge en brazos.

Así, Mary Ainsworth, formuló tres patrones de tipos de apego, dependiendo del tipo de interacción madre-hijo/a:

1.- Niños de apego seguro que lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre

2.- Niños de apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de sus madres

3.- Niños que parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre a las peticiones del niño.

La teoría del apego tiene una relevancia universal, la importancia del contacto continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas están presentes en todos los modelos de crianzas según el medio cultural.


miércoles, 13 de abril de 2011

Partos menos medicalizados - Telediario TVE1


Aquí un fragmento del telediario de TVE1 del día 7.abril, en el que reivindican partos menos medicalizados y más humanos.

El síndrome del amor negativo


"La forma habitual de evitar el miedo a ver lo que odiamos de nuestra madre es dejarnos llevar por el sentimentalismo". (Nancy Friday)



La maternidad es un buen momento para hacer una revisión de las relaciones materno-filiales, ya que se pasan de ser hija, a ser madre y este cambio de rol no es siempre bien aceptado por ambas partes.

Es entonces, cuando nos damos cuenta de nuestro patrones de repetición y nos decimos:"¡Pero bueno, si estoy actuando como mi madre!." "¿Por qué estoy haciendo esto?, mi madre (o mi padre, o ambos) solían hacerlo". "Odiaba que ellos lo hicieran y aquí estoy, haciéndolo yo también."

Aunque resulta más fácil entender que repetimos aquellas cosas de nuestros progenitores que nos gustan, nos molesta evidenciar que también asimilamos los hábitos autodestructivos de ellos.

En 1967, Hoffman dió su explicación a lo que denominó "Síndrome de amor negativo", que en boca de este autor, es "el impulso humano más paralizador; es la adopción de las conductas, estados de ánimo, características y mensajes negativos (abiertos o encubiertos) de nuestros padres".

Él justifica estos comportamientos en base a:

1.- No superar a los padres, para así conseguir que ellos nos acepten y amen
2.- Castigarlos subconsientemente, por cierto aspecto vengativo y eso lleva a la vergüenza y la culpa. Da algún modo, pretendemos mostrarles sus propias limitaciones a través de nuestro comportamiento y por no haber sido capaces siempre de aceptarnos

Pero el amor negativo es sin duda una espiral que da vueltas sobre sí mismo. Ante este "amor negativo" sólo hay tres modos básicos de reaccionar:

1.- Trascendencer las características negativas de nuestros padres sin sentir conflicto interno, aunque esto es bastante difícil cuando aún no se ha solucionado el conflicto y se ha llegado a "perdonar" y no sólo justificar su actitud. Esta es la postura más saludable.
2.- Adoptar los rasgos parentelares (la más común), y conlleva la crítica mutua
3.- Conflicto, ya que adoptar el rasgo y al mismo tiempo rebelarse contra él puede provocar un interminable tira y afloja interno y gran ansiedad

El libro "Mi madre, yo misma" de Nancy Friday contiene muchas muestras del síndrome del amor negativo. Una de ellas es, el siguiente testimonio de la relación de una mujer con su madre: "Si tan sólo hubiera podido decirle a mi madre cuánto la quería antes de que muriera...», me dice una mujer. «Tenía sus defectos, pero éstos sólo eran actos reflejos. No podía evitar reñirme y criticarme, igual que no puede dejar de estornudar cuando le pica la nariz. Formaba parte de su sistema nervioso. Ahora ya no podré decirle lo que sentía realmente por ella, es demasiado tarde."

Comprender el origen de ese amor negativo es, sin duda, un buen punto de partida, aunque su afloramiento, produzca muchas veces dolor, este daño es reparador. Al otro lado te esperan la libertad, la autoaceptación, el perdón y el amor por ti misma.


martes, 12 de abril de 2011

Terapia craneosacral pediátrica


Según Viola Frymann, osteópata europea con gran experiencia en el
trabajo pediátrico, “sólo buscando en el pasado podemos empezar a comprender el
presente, y desarrollar una estrategia para mejorar el futuro”.

No hay duda que los primeros meses de vida, son el comienzo de lo que vendrá en el futuro y, por tanto, un buen momento para prevenir patologías y enfermedades de adultos.
El momento del nacimiento, aparte de ser un momento de gran felicidad en la mayor parte de los casos, conlleva estrés y dificultad, siendo además uno de los momentos más duros y decisivos.

El NACIMIENTO puede venir acompañado de complicaciones que, si bien suelen resolverse gracias a la ayuda médica, son fuentes de estrés y de ciertas secuelas (físicas o emocionales) para el recién nacido. Ese es el caso de la vuelta de cordón alrededor del cuello del bebé,
sufrimiento fetal, rotura prematura de la bolsa, uso de fórceps o ventosa para la
extracción del bebé, encaje prolongado del cráneo en el canal del parto, presentación del
bebé en una posición distinta a la normal (de nalgas, con un brazo, etc.), parto por
cesárea, que la epidural impida a la madre dirigir las contracciones, sensación de pánico
intenso por parte de la madre y el bebé que lo percibe, etc.

Las, llamémoslas "reacciones del bebé" ante estas pequeñas agresiones, se presentan en forma de problemas de succión, vómitos, estreñimientos, gases, llantos inconsolables y, por supuesto, cólicos del lactante.

La Terapia Cráneo-Sacral intentaría localizar las posibles alteraciones que están
causando esos problemas en el niño y ahí se aplicarían las técnicas necesarias. En estos casos, el terapeuta ayudaría a relajar las estructuras de un modo suave y respetuoso con el cuerpo, re equilibrándolo y haciendo que los síntomas desaparezcan.

jueves, 7 de abril de 2011

"Pensemos con autonomía" . Escrito por Laura Gutman

Los recuerdos que conservamos de nuestra infancia están configurados por las palabras con las que nuestros padres nombraron los acontecimientos. Incluso aquello que manifestábamos, habitualmente era “interpretado” por los adultos y “eso” era lo que considerábamos la “verdad”. De hecho, hoy en día nos recordamos a nosotros mismos con los adjetivos con los que nos definían mamá o papá, por ejemplo: “yo era muy llorón” (en lugar de comprender la soledad y el aislamiento en el que vivíamos), “yo era buenísima” (en lugar de describir la obligación de satisfacer a una madre infantil), “yo era pésima en la escuela” (en lugar de reconocer que nadie registraba nuestras dificultades).

Así es como se organizó el discurso del “yo engañado”, junto al personaje que nos han adosado desde nuestro nacimiento y que hemos adoptado como un disfraz que luego se convirtió en parte de nuestra piel. Acostumbrados a nombrar las cosas según el cristal a través del cual mira el individuo en quien proyectamos el saber, continuamos la vida adulta bajo el mismo sistema: el de creer que la realidad “es” según la interpretación de otro.

Asimismo, despreciamos nuestras percepciones, intuiciones y saberes originales basados en sensaciones personales, creyendo todo lo que el otro -sea quien sea ese “otro”- afirme con énfasis. Luego, somos muchos los individuos que seguimos “corrientes de pensamiento” basados en opiniones ajenas muy discutibles. (...) Claro que para pensar con autonomía, hay que estar dispuestos a pagar el precio de la “no pertenencia”. Al fin de cuentas, si aún estamos emocionalmente inmaduros, elegiremos creer lo que sea, con tal de “ser parte” del grupo. Pero si en lugar de creer cualquier cosa ciegamente, maduramos, reconocemos que el miedo es infantil y sabemos que la verdad reside en nuestro interior, entonces asumiremos un pensamiento autónomo y libre. Laura Gutman

miércoles, 6 de abril de 2011

Mitos falsos sobre los cólicos de lactante


Estos son algunos comentarios ante un niño que padece cólicos de lactante:

Mi madre dice que es que el niño se queda con hambre.

No. Es común que el niño con cólicos demande comida continuamente, aunque no por hambre, sino por el deseo de succionar. La mayoría de las mujeres producen cantidad y calidad suficiente de leche. Por otro lado, a mayor succión, mayor producción. A pesar que una mujer no consiga obtener una cantidad grande de leche con el sacaleches, no significa que no tenga, sino que tiene mucho que ver con su habilidad

Quizás es que es un niño llorón

Si bien es cierto que hay niños que lloran más o menos, esto tiene que ver con su resistencia a la incomodidad y al dolor en general. El niño llora como expresión de algo y no porque el llanto le produce placer

Mi bebé parece siempre triste y serio. Aún no ha aprendido a reírse

Cada bebé tiene una maduración diferente y por tanto, un momento diferente para aprender a sonreír. Aunque hay que tener en cuenta que, un bebé con cólicos tiene dolor frecuente, que por tanto, le imposibilita el bienestar y como consecuencia, no sonríe

Los cólicos finalizan con la cuarentena

No. No tiene ningún fundamento para que esto ocurra así

Los cólicos finalizan cuando comienza a tomar cereales

No. El hecho es que los pediatras recomiendan generalmente el comienzo de cereales a los cuatro meses, que es justamente cuando los cólicos tocan a su fin, teniendo un punto álgido a los dos meses y medio aproximadamente

Es bueno darle una cucharadita de zumo de naranja para ayudarle si está estreñido

A pesar que algunos pediatras lo recomiendan, no hay que olvidar que el aparato digestivo del bebé está aún muy poco maduro y no tiene el hábuto de otro alimento que no sea leche. La naranja es sumamente ácida y fuerte para un bebé y puede provocar desajustes digestivos

¿Será alérgico a la leche de vaca?

Existe una pequeña minoría de niños alérgicos a la lactosa y aún muchos menos, con alergias a la leche materna. Aunque es importante descartarlo, lo habitual suele ser que padezca de cólicos de lactante

¿Una vez curados, los cólicos pueden volver a aparecer?

No. Al ser un problema directamente relacionado con la maduración del aparato digestivo, no vuelven a aparecer

Recuerda que el Método Rubio es una técnica de osteopatía infantil, muy eficaz en el tratamiento de dichos cólicos. No dudes en contactarnos si tienes cualquier duda. Acude a tu pediatra para un buen diagnóstico y descartar otras posibles patologías.

Preguntas frecuentes sobre el Método Rubio para cólicos de lactante

Me ha parecido interesante, anotar algunas preguntas frecuentes de los padres ante el Método Rubio, que pueden disipar algunas dudas:

¿Es doloroso para el bebé?
No. La presión ejercida durante el masaje es de apenas 2 gramos, por lo que el bebé apenas lo percibe. La mayoría de los bebés llegan a relajarse tanto, que incluso se duermen durante las sesiones. Es impresionante ver, como en la segunda sesión, el bebé "parece reconocer" e incluso hace pequeñas sonrisas

¿Tiene algún efecto secundario?
No. El Método Rubio es inocuo. No se hacen manipulaciones óseas y los movimientos son preciosos, por lo que no conlleva ningún efecto secundario.

¿El Método Rubio conlleva la admisión de cualquier tipo de fármacos?
No. Es un procedimiento puramente manual. Es más, se suele recomendar la retirada de aquellos que se están administrando en el momento del tratamiento

¿Se curará rápidamente?
Si bien el método es muy eficaz, no podemos esperar una "curación inmediata y súbita". Los efectos se irán viendo progresivamente y los padres refieren unos 7 o diez días para la curación total.

Mi amiga dice que eso son tonterías...
Es habitual cierto rechazo al método, ya que ante la desesperación es difícil creer que algo funcione. El método Rubio tiene una explicación científica y está lejos de ser "brujería"

¿Pero funciona?
Sí.El método curando en su totalidad en el 90% de los bebés. El otro 10% tendrán una mejoría considerable.

¿El bebé puede venir a la sesión si acaba de comer?¿No será perjudicial?
Es preferible que sea así, a que el bebé venga con hambre y no consiga relajarse. El masaje es, como se ha dicho anteriormente tan suave, que no provocará el vómito en el infante. Es habitual que tras el masaje, el bebé tenga también ganas de comer, ya que para él, ha sido como "un pequeño ejercicio".

¿Por qué son necesarias dos sesiones?
El tratamiento consiste en dos sesiones, porque en una primera se trabaja la zona periférica del intestino grueso y en una segunda, se hace una manipulación más profunda, incluyendo el intestino delgado. Se necesita esperar algún día entre ambas sesiones para dar tiempo al bebé a que "limpie" por sí mismo

¿Y si vivo fuera de Sevilla?
Existen dos posibilidades: una es la de seguir las pautas del resto de las personas que viven cerca y la otra, la de realizar las dos sesiones en días seguidos. Eso no conlleva que el tratamiento sea más o menos eficaz, sino que se "acelera" de algún modo el tratamiento y puede ser un poco más precipitado para el bebé, aunque es importante destacar que el método no pierde eficacia

¿Y si el bebé no se ha curado totalmente?
Nuestro centro propone una tercera sesión gratuita en aquellos casos en los que el bebé no ha conseguido acabar con los cólicos, para realizar una revisión exploratoria y potenciar aquellos aspectos en los que se necesite refuerzo, que suele ser la expulsión del flato o la evacuación de heces. Se hace una seguimiento de los pacientes una semana después de finalizada la última sesión para confirmación. Remarco que esta tercera sesión es GRATUITA y que lo habitual son dos sesiones

¿Una vez curados, los cólicos pueden volver a aparecer?
No. Al ser un problema directamente relacionado con la maduración del aparato digestivo, no vuelven a aparecer

¿Y si tengo algo más que preguntar?
No dudes en contactarnos y te contestaremos a todo aquello que necesites saber.

Masaje infantil y apego



El masaje infantil es una técnica antigua usada en muchas culturas del mundo, tomando como base la tradición hindú.
Según un estudio realizado en Chiles, son muchos los beneficios aportados por el masaje al bebé.
Con el masaje, creamos una especie de "diálogo" con el pequeño, mucho antes que desarrollo el lenguaje verbal, favoreciendo los vínculos afectivos.

Estos son algunos de los beneficios aportados:

1.- Mejorar la calidad del apego , favoreciendo los sentidos y la comunicación entre ellos
2.- Ayuda al bebé a relajarse y reducir el estrés producido por el descubrimiento del medio y las sensaciones
3.- Favorece el desarrollo psicológico, reduciendo los umbrales de miedo y favoreciendo su seguridad, así como ayudándolo a descubrir sus propios límites corporales
4.- Fomenta la liberación emocional y física, canalizando las tensiones con la persona en quien confía
5.- Regula y refuerza la función gastrointestinal, así como las incomodidades porducidas por los cólicos de lactante entre otros
6.- Estimula el sistema inmunológico, ya que una situación de tranquilidad mantiene en equilibrio el sistema inmunológico
7.- Propicia el desarrollo del sistema nervioso, ya que a través del tacto se transmiten innumerables mensajes al cerebro
8.- Favorece la circulación sanguínea y linfática, ya que los movimientos ayudan al retorno de la sangre y producen un efecto tonificante y drenante
9.- Favorece el sistema hormonal, aumentando entre otras, la producción de endorfinas (hormona que produce placer y elimina dolor)
10.- Fortalece el sistema respiratorio, fundamentalmente si se da masaje en la zona de pecho, mejorando las congestiones por mucosidades
11.- Fortalece el sistema muscular, ya que disuelve las tensiones físicas

Y en definitiva, favorece el buen desarrollo del bebé, tanto física como emocionalmente.




lunes, 4 de abril de 2011

Infancia y cólico de lactante


Me resultó muy interesante y alentador, saber de profesionales de la salud que ante los cólicos de lactante, no se conforman con fármacos, sino que alientan a los padres a un contacto físico y emocional con el pequeño, como ayuda para aliviar estos temidos síntomas.

El Método Rubio, técnica de osteopatía específica para el tratamiento de estos cólicos, tiene un porcentaje de éxito del 90% y de mejoría en el 10% restante y que mediante ligeros masajes en la zona digestiva, favorece la expulsión de los gases y heces, acabando con el dolor e incomodidad del bebé y favoreciendo un mayor bienestar del pequeño.

En el caso de la Dra.Patricia Bastero y Dra.Cristina Azcona, pediatras colaboradoras de la Universidad de Navarra, barajan otro tipo de causas alternativas a los cólicos, a parte de los meramente fisiológicos, que pueden interaccionar en cuanto a síntomas:

* Variante normal del llanto. Efectivamente, un bebé llora por diversas causas a lo largo del día ya también hay niños con una mayor o menor tolerancia al dolor.

* Aspectos psicosociales de los padres, en el caso de padres sometidos a fuerte estrés o ansiosos

* Interacción bebé-medio ambiente: niños con llanto fácil, sueño ligero

Así, ante los cólicos, sugieren:

** Intentar no dejar que el niño llore. Idea compartida, un niño de estas edades, no "aprende" a modo de castigo, pues no llora para demandar atención, sino seguridad y cariño
* Según estas doctoras, se podría probar una de las siguientes alternativas:

  1. Tiene hambre, quiere alimento.
  2. No alimentar al niño cada vez que llore, esperar de 2 a 3 horas entre cada toma.
  3. No tiene hambre pero quiere succionar.
  4. Quiere que le cojan en brazos. No es posible mimar demasiado a un lactante antes de los 4 meses.
  5. Está aburrido, necesita estímulo.
  6. Está cansado, necesita dormir.
  7. Mecer al bebé en la cuna. Darle un paseo en cochecito. Baño tibio Artículo completo en http://www.cun.es/areadesalud/´

La depresión postparto (DPP)


La mayor parte de las mujeres se sienten un poco llorosas, desanimadas e inseguras después del parto, sobre todo una vez llegadas a casa. Se dan reajustes hormonales y organizativos que provocan cierta ansiedad. Estos sentimientos van habitualmente, poco a poco van desapareciendo. Las mujeres con DPP, empiezan a percatarse que estas emociones van creciendo con el paso de los días, no entendiendo plenamente lo que les pasa y sintiéndose muy culpables con el huracán de emociones por el que están atravesando.

La depresión postparto es una de las enfermedades más frecuentes tras el parto ya que afecta a una de cada diez parturientas. Si no se trata adecuadamente puede persistir durante meses e incluso años.
Generalmente es muy desconcertante, ya que cuando valoran objetivamente sus circunstancias y entorno, llegan a la conclusión que todo funciona pero que, sin embargo, ellas se sienten mal y desdichadas. Comienzan a sentirse "malas madres" e incomprendidas por sus parejas.

Estas mujeres no son unas desagradecidas o unas malas madres sino que están experimentando una de las complicaciones más frecuentes del parto, la depresión postparto, un trastorno que todavía sufren en silencio un gran número de mujeres. Muchas de estas mujeres, han tenido anteriormente episodios depresivos.Es entonces importante acudir a un profesional, que pueda además apoyar a la familia durante este período.
Muchas mujeres, enmascaran el problema, pensando que esto sólo ocurre a mujeres débiles o buscando justificaciones en quienes les rodean, que no siempre son acertadas. Pero lo cierto es que la DPP afecta tanto a mujeres con una relación de pareja conflictiva, como satisfactoria, así como a aquellas que no tienen pareja, pero le puede pasar a cualquier mujer, inmediatamente luego del nacimiento del bebé o muchos meses después.
Desafortunadamente, la DPP no ha sido comprendida y por ende mal diagnosticada por mucho tiempo tanto.

Vivimos en una sociedad que no tolera los sentimientos maternos de miedo y ambivalencia y aceptarlos, no es tarea fácil. El tratamiento devuelve la capacidad para cuidar y disfrutar el niño.

Consejos para aliviar los cólicos de lactante



Si bien, sólo un profesional formado puede solucionar los cólicos de lactante mediante la técnica específica del Método Rubio, podemos paralelamente aliviar los síntomas de nuestros pequeños.

Estos son algunos consejos que, basados en mi experiencia, ayudan a otras personas que están en vuestra misma situación:

1.- Si estás amamantando a tu bebé, suprime de tu dieta hasta que el problema esté resulto, los lácteos procedentes de la vaca, ya que su proteína pasa a la leche materna y es de difícil digestión

2.- Si estás amamantado, evita bebidas gaseosas y excitantes (té, café...). Toma en su lugar, infusiones digestivas. Aunque no está científicamente demostrado, se presume que el tabaco favorece los cólicos.

3.- Aún siendo partidaria del pecho a demanda, es importante durante el tratamiento, guardar ciertas pautas alimentarias. Las tomas deberán espaciarse al menos de 2 horas. Un bebé con cólicos no siempre demanda por hambre, sino porque está nervioso y molesto. Busca otras herramientas para calmarle (abrazos, música....)

4.- Los masajes son, sin duda, uno de los mejores regalos para nuestros bebés, ya que facilitan el apego seguro. Ten en cuenta, no obstante, que en las crisis de cólicos, la zona digestiva está dolorida y, por lo tanto, los masajes deben ser muy suaves. Es preferible que se den en los momentos en los que el bebé esté relajado, favoreciendo así, que las crisis sean menos fuertes

5.- Los bebés también se asustan ante el dolor. Hazles sentir protegidos sobre todo en los momentos más difíciles: abrázalo, háblale, y dale todo el cariño del que seas capaz.

Y recuerda siempre que los cólicos no son una enfermedad, sino más bien, una consecuencia del proceso adaptativo y que muy pronto, pasarán a ser parte del pasado. El Método Rubio es una técnica de osteopatía pediátrica, con muy buenos resultados en el tratamiento de estos cólicos.


Características de los cólicos de lactante


Los cólicos de lactante se definen como "espasmo o contracción dolorosa del intestino" y se desconoce a ciencia cierta cuál es su causa y por tanto, por qué afecta a unos bebés y otros se libran de ellos, y es por eso que no existe un medicamento conocido que "cure" los famosos cólicos. Se presume, no obstante, que puede ser una consecuencia de la inmadurez del aparato digestivo e incluso, a modo coloquial, algo parecido a una "contractura muscular" y es por ello, que la técnica osteopática del Método Rubio, pueden curarlos.

Suelen aparecer entre los quince días de vida y los tres meses, si bien la experiencia de Domingo Rubio y la mía propia, indican que hay bebés que los padecen desde el primer día y se pueden prolongar hasta el año de vida, teniendo un pico agudo a los dos meses y medio.


No hay que olvidar, que cada bebé es diferente y, por tanto, también los síntomas son diversos (así como las horas o la duración), aunque los más comunes son:


* Dificultad o dolor para la expulsión de gases (esto incluye el erupto)

* Dificultad en la evacuación de heces (o estreñimiento, habiéndose detectado una reducción de veces que el niño evacua, o dolor para hacerlo)

* Vientre endurecido

* Rojeces en la zona perianal

* Inquietud y sueño ligero. El bebé se despierta sobresaltado o llorando. Dificultad para conciliar el sueño

* Demanda constante de alimentación (sobre todo si es un lactante de leche materna), que no se ve saciada. A veces se puede llegar a pensar, equivocadamente que le bebé se queda con hambre

* Da "cabezadas" en el pezón, como si quisiera comer y algo se lo impidiera

* Dificultad para sonreir, ya que parece tener malestar constante.


Estos son, a grandes rasgos, los síntomas más comunes. Es importante que el pediatra haga un buen diagnóstico, para descartar patología de otra naturaleza.


Los cólicos de lactante desencadenan mucha angustia y malestar general en la familia, afectando a todas las áreas de la persona, incluso la relacional, ya que el cansancio de los padres y la falta de sueño, no permiten el disfrute total del infante.


El método Rubio, es eficaz en la mayoría de los casos y sus consecuencias, son fácilmente visibles.

Consúltanos antes cualquier duda que tengas.