viernes, 22 de abril de 2011

Teoría del apego según John Bowlby

“Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (John Bowlby).

Brevemente, me gustaría dar a conocer la teoría del apego de John Bowlby, que nos ayudará entre otras cosas, a coger a nuestro pequeño/a en brazos, sin sentirnos culpables o con miedo a que se acostumbre.

Esta necesidad del niño de estar cogido en brazos y de la cercanía física, tiene una base científica estudiada y fue John Bowlby que formuló la Teoría del apego, realizando un estudio con niños privados de la figura materna.

El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad y la seguridad, ansiedad o temor de un niño, se determina en gran medida por este vínculo.

El apego (el contacto físico favorece este apego), proporciona al niño la idea de que es aceptado y protegido incondicionalmente y por tanto, le aporta la seguridad para enfrentarse al mundo externo, al que no constituye su mundo "mama-bebe".

El trabajo de Bowlby estuvo influenciado por Konrad Lorenz (1903-1989) quien en sus estudios con gansos y patos en los años 50, reveló que las aves podían desarrollar un fuerte vínculo con la madre (teoría instintiva) sin que el alimento estuviera por medio. Es decir, que lo que les ayudaba a estar cerca de la madre, no era únicamente la alimentación.

El bebé –según está teoría- tiene unas herramientas que le sirven para demandar de sus padres, una respuesta que les proporcione el vínculo emocional con ellos. Estas conductas son por ejemplo: la succión, sonrisas, balbuceo, necesidad de ser acunado y, por supuesto, el llanto. Así que según esta teoría, cuando un bebé emite una de estas conductas, en el fondo lo que está pidiendo es: "Abrázame para que me des seguridad y me sienta mejor". Es una resistencia a la separación y una protesta si esta se lleva a cabo y por eso la mayoría de las veces, el niño deja de llorar si se le coge en brazos.

Así, Mary Ainsworth, formuló tres patrones de tipos de apego, dependiendo del tipo de interacción madre-hijo/a:

1.- Niños de apego seguro que lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre

2.- Niños de apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de sus madres

3.- Niños que parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre a las peticiones del niño.

La teoría del apego tiene una relevancia universal, la importancia del contacto continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas están presentes en todos los modelos de crianzas según el medio cultural.


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